Las Nereidas

   Las Nereidas, en la Mitología Griega, son las Diosas de las Olas, ninfas del mar. Nereidas, que significa "las mojadas", es el nombre colectivo que se les da a las cincuenta hijas de Doris y Nereo, dios del mar.

   Eran representadas como hermosas jóvenes, de piel blanca como la espuma de las olas, con piernas humanas o cola de pez, con coronas de flores, ramas, coral o algas y aveces llevando el tridente de Poseidón, de quien eran seguidoras. Poseían una voz maravillosa, con la que adoraban a su padre Nereo, danzando alrededor de él y con la que cautivaban a los marineros, por quienes seguidamente emergían a la superficie, para ayudarlos en sus naufragios o guiarlos en sus travesías, ya sea montando sobre hipocampos, delfines o simplemente nadando sobre sus olas. Simbolizaban todo lo hermoso y bondadoso del mar. Y aunque no eran inmortales, sus vidas eran extremadamente largas.

   Sus nombres individuales, citados por algunos poetas de la época, hacían alusión a sus cualidades, como Cimódoce, que significa "la que calma las olas", o Eulímene, que quiere decir "la de buenos cielos para viajar", o bien Laomedea "reina de las piedras". Las más célebres eran Tetis, madre de Aquiles; Galatea, amante de Acis y Anfrítrite, esposa del mismísimo Poseidón.

   Para rendirles culto, las personas en la Antigua Grecia, situaban altares en las playas y acantilados, donde se les ofrendaban miel, aceite y leche, para de esta forma poder adorarlas.

   

¿Una Nereida y una Sirena son lo mismo?

   Pues no. Las Nereidas son llamadas así, precisamente por ser hijas de Nereo. Son ninfas del mar y se representan como ya dijimos, por jóvenes mujeres con piernas humanas o cola de pez, en cambio las Sirenas, como tal, en la Antigua Grecia eran representadas como aves con cabeza de mujer, de ahí su asociación al canto, así como al frecuente uso iconográfico de los seres alados para representar a los espíritus de los muertos. Muchas de las huellas gráficas más antiguas de las Sirenas están en monumentos y ofrendas funerarias. Posteriormente las Sirenas fueron siendo adaptadas como mujeres atractivas que atraían a los hombres con su canto.