lunes, 29 de septiembre de 2014

Cómo Programar una Piedra con un Fin Concreto




   Siempre que compramos una piedra vemos sus cualidades y las llevamos encima para que su energía nos ayude. Como mucho la limpiamos y purificamos. Pero nunca tenemos en cuenta lo siguiente:
   Si, por ejemplo, deseamos aumentar nuestra creatividad, decimos, bueno miro la lista y digo, anda, voy a llevar encima siempre una turquesa, así será suficiente. La limpiamos y la metemos en una bolsita para llevarla con nosotros. Vale, así lo único que conseguiremos es que el bolso o la mochila nos pesen el doble. La piedra tiene su energía y tú la tuya, si no trabajas para que vuestras energías se sintonicen NUNCA NOS AYUDARÁ, es imposible, porque inconscientemente estaremos rechazando sus energías. ¿Y si la queremos con un fin concreto? Pues más difícil aun. Cierto que hay piedras como el ámbar que aumentan el poder de los rituales si las colocamos en el altar, estas tan sólo hay que limpiarlas, o que ayudan a relajarnos por su efecto “sedante” como la amatista. Pero si queremos que la energía de la turquesa (por ejemplo) sintonice con nosotros para que nos ayude creativamente, deberíamos hacer el siguiente ejercicio:
   Primero deberemos tener en cuenta que es lo que queremos atraer a nuestra vida, así que vemos la lista de las diferentes cualidades y, antes de elegir una en concreto, leemos atentamente o nos informamos de cómo actúan esas cualidades y así elegiremos aquella que más sintonice con nosotros mismos. Las piedras de la creatividad (por seguir con el ejemplo), pueden actuar en general para todo el mundo, o ser más apropiadas para escritores, bailarines, pintores o escultores. Así que deberemos prestar mucha atención a  esto.
   Preparamos el espacio ritual (ya que esto es un ejercicio pero a la vez es un rito). Podemos elegir una vela de un color apropiado para el fin que queremos conseguir y un incienso determinado que comulgue con este fin.
   Enciende la vela y el incienso (si es que hemos decidido usarlo), colócate en posición cómoda y coge la piedra con tu mano izquierda poniendo la derecha sobre él. Concéntrate, siente su energía y empieza a visualizar lo que quieres exactamente, mandando toda esa energía a la piedra. Visualiza como si ya hubieses conseguido ese objetivo, como si estuvieses viendo una escena del futuro en la que la energía con la que has programado la piedra ya ha hecho efecto, nunca mandes señales o pensamientos de me gustaría tal cosa…, o desearía tal cosa…, sino de tengo tal o estoy feliz porque he conseguido tal (siempre en momento presente). Si te es difícil visualizar, haz afirmaciones con la voz, siempre en presente y como si lo hubieras conseguido, por ejemplo, siguiendo con el ejemplo de la creatividad, di: “Tengo la creatividad para crear mis obras” o bien “Soy creativo y esto me hace muy feliz”. Nunca digas: “Me gustaría tener la creatividad para crear mis obras” o, “Seré creativo y esto me hará muy feliz”, repito NUNCA.
   No dejes de enviar esa energía a la piedra. Mantente así como un mínimo de 10 minutos. Cuando acabes, deja la piedra al lado de la vela y el incienso hasta que estos se consuman y después lleva la piedra siempre contigo. Su energía ya estará programada para ayudarte en tu empresa.



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